Reporte de Viaje: ¡Increíble Campeche! Parte II.

Amazing_Campeche_PtII_300pxNuestro segundo día en Campeche no comenzó tan temprano como suelen hacerlo los días de los «pajareros». Fue necesario esperar a que se disiparan los últimos vestigios del viento frío del Norte, por lo que desayunamos a ritmo relajado y luego esperamos un pco más mientras María amablemente hacía arreglos para nuestra salida en bote. La lancha a motor habría de llevarnos primero a lo largo de la costa de Isla Arena y luego hacia una caleta cercana, desde donde trataríamos de penetrar en los canales angostos que se adentran en el ecosistema del manglar. A medida que el cielo se limpió de nubes y el sol realizó su tarea calefactora las aves aumentaron su ritmo de actividad: gaviotas, golondrinas marinas, rayadores americanos, cormoranes y pelícanos, todas “aves comunes” en esta parte del planeta. Al observar un pelícano planeando sin esfuerzo y con gran estilo, tan cerca de la superficie del agua que las puntas de sus alas la tocan, fue inevitable pensar que la palabra “común” hace poca justicia a estas magníficas aves.

Pelícano Café (Pelecanus occidentalis), ¡planeando bajo! (Foto © Iván Gabaldón).

Desde mi punto de observación en la playa, cámara y monopod en mano, tuve oportunidad de presenciar la interesante interacción entre cormoranes perchados sobre postes de madera y un grupo de gaviotas en vuelo. Más cerca de mí, en la orilla, las gaviotas y golondrinas de mar demostraban su comportamiento usual, reuniéndose en grupos numerosos y despegando repentinamente para volver a aterrizar pocos metros más allá, varias especies entremezcladas y compartiendo el espacio.

Sé que las aves perchadas son Cormoranes Bicrestados (Phalacrocorax auritus), pero me doy por vencido en el “desafío de las gaviotas y las golondrinas marinas”. Si hay expertos en gaviotas leyendo esto, ayuda, escríbanme algunas líneas, les daré el crédito correspondiente. Distinguir a las distintas especies de gaviotas y golondrinas marinas no es fácil, algunas especies se asemejan mucho a otras y presentan múltiples variaciones de plumaje según edad y estación. Para hacer las cosas aún más divertidas, acostumbran reunirse en grupos mixtos. (Foto © Iván Gabaldón).

Hasta donde alcanzo a entender, el ave a punto de aterrizar es una Golondrina Marina Real (Thalasseus maximus), en plumaje de invierno. (Foto © Iván Gabaldón).

Afortunadamente no es posible confundir a estos individuos de aspecto serio con sus largos y característicos picos: son Rayadores Americanos (Rynchops niger). (Foto © Iván Gabaldón).

Todo vestigio del mal clima se había disipado cuando finalmente llegó el momento de abordar y emprender la navegación. Anticipando las aves que esperábamos ver, seguidos de cerca por una gaviota amistosa, nos dirijimos hacia el cercano ecosistema del manglar. Navegando a lo largo de la costa fue inevitable notar un edificio moderno con un jardín meticulosamente cuidado y la estatua monumental de un hombre imponente, saludando a lo lejos: es el “Museo a Pedro Infante”, inaugurado a principios del 2012. Algunos días después, durante una salida a pajarear con Joann Andrews y su hijo David (reporte de ese viaje muy pronto) le mencioné lo que había visto, y ella comentó que en efecto al Sr. Pedro Infante le encantaba visitar Isla Arena. Joann lo sabe de buena fuente: el famoso actor y cantante mexicano voló muchas veces allí como pasajero en el avión Piper del legendario y ya fallecido esposo de Joann, el notable arqueólogo y piloto Dr. E. Wyllys Andrews II. “Me pregunto si tendrán una foto de ellos dos juntos”, quiso saber Joann, pero no tuvimos ocasión en este viaje de visitar el museo y no pude ofrecerle una respuesta. Me aseguraré de averiguarlo en una próxima visita. Entre los objetos que se exhiben en el museo está el premio Golden Globe que recibió Don Pedro Infante en 1957 por su actuación en la película TIZOC. Es sabido que a Pedro Infante le gustaba mucho visitar Isla Arena, no solo por su gente y su bella costa, sino también por la variedad de especies de aves que allí habitan.

A la izquierda, la monumental estatua de Pedro Infante. A la derecha, nuestro feliz grupo: Cherie Pitillo, Jacqueline Aldana, María Andrade y nuestro amable capitán. (Foto © Iván Gabaldón).

Finalmente nos acercamos al manglar, donde los avistamientos de aves no se hicieron esperar. A continuación, imágenes y pocas palabras:

Por más que lo intentamos, no pudimos acercarnos más a este Martín Pescador Norteño (Ceryle alcyon). (Foto © Iván Gabaldón)

Este Chipe Manglero (Dendroica petechia) toleró nuestra cercanía, afortunadamente para nosotros ya que la especie, pequeña y muy ágil, no es fácil de fotografiar. (Foto © Iván Gabaldón).

Las aves son obras de arte, la Madre Naturaleza el artista supremo. Garza Nívea (Egretta thula) se lanza al vuelo. (Foto © Iván Gabaldón).

Simetría de especies mixtas: una Garza Nívea (Egretta thula) y una Garza Azul (Egretta caerulea) comparten ramas y posan con similar silueta. (Foto © Iván Gabaldón).

A continuación les pido algo de paciencia, a fin de presentarles cuatro imágenes de la misma especie: una secuencia de un Gavilán Pescador (Pandion haliaetus), levantando vuelo.

¡Otro despegue! Una Garza Tricolo (Egretta tricolor) en pleno lanzamiento. (Foto © Iván Gabaldón).

Una aproximación cercana a una Garza nocturna coroniamarilla (Nyctanassa violacea). Noten la pluma blanca en la cabeza, aparece en individuos adultos durante la época de procreación. (Foto © Iván Gabaldón).

Esta Garza Azul (Egreta caerulea) no debe ser confundida con la Garza Nívea (Egretta thula), es un individuo juvenil que aún no cambia su plumaje a color azul y puede ser fácilmente identificada por sus patas verdosas y pico grisáceo. (Foto © Iván Gabaldón).

¿Podemos interesarles en el ballet acuático? Aprecien la danza del Playero Pihuihui (Tringa semipalmata). (Foto © Iván Gabaldón).

Las imágenes que he mostrado aquí son apenas una selección de lo que vimos. Eramos tres los fotógrafos haciendo imágenes y estoy seguro de que mis compañeras de viaje también lograron fotos valiosas. La experiencia fue satisfactoria y emocionante, pero vale apuntar que a medida que se acercaba el fin de nuestro paseo en bote entendimos mejor dos cosas: en primer lugar, conviene informarse bien sobre las horas de marea alta y planificar el viaje tomando ese dato en cuenta, pues la capacidad del bote para adentrarse más en los canales se ve limitada cuando la marea está baja. También notamos que el ruido del motor fuera de borda tiende a espantar a las aves, esto a pesar de que nuestro capitán lo apagaba con frecuencia, controlando el movimiento del bote con un largo palo. Al encender nuevamente se espantaban todas las aves en áreas cercanas.  Un bote eléctrico sería la embarcación ideal para este paseo, pero aún no es una opción disponible para alquilar en Isla Arena por lo que sería necesario traer uno propio. Kayaks o canoas también son excelentes opciones para visitar el área con mínimas molestias para las aves. Cuando ya nos disponíamos a emprender el regreso divisamos a la distancia a un Flamenco Americano (Phoenicopterus ruber). Los Flamencos son una atracción popular entre los visitantes a Isla Arena, pero no permanecen en la zona todo el año y sabíamos que la población local ya se había movilizado a algún otro lugar. Naturalmente nos causó curiosidad la presencia de este individuo solitario. Al acercarnos comprendimos por qué había sido dejado atrás: su pata derecha presentaba una herida seria, y estaba casi completamente en estado de necrosis. No es una visión particularmente bonita, pero he incluído la imagen aquí para poner una idea sobre el tapete: tendemos a dar por sentado el proceso natural de la vida de las aves sin darnos cuenta de que, al igual que nosotros, atraviesan experiencias únicas e individuales, enfrentando múltiples desafíos de los cuales no siempre salen airosas. Este Flamenco en particular parecía condenado a una muerte segura. Un Flamenco Americano, malamente herido. Una visión entristecedora, por decir lo menos. (Foto © Iván Gabaldón).. (Photo © Ivan Gabaldon).Un tanto entristecidos por el encuentro con el Flamenco herido, continuamos el regreso hacia nuestro punto de partida en los muelles de Isla Arena. El sol estaba alto y realmente brillante, los pocos botes que vimos llevaban pescadores de regreso a la costa, sus redes recogidas dentro de las embarcaciones. Pero quedaban aún unas cuantas aves por ver.

Isla Arena tiene una población de unos 1,300 habitantes, aproximadamente 500 de los cuales se ganan la vida pescando. (Foto © Iván Gabaldón).

Lo supe apenas lo ví: estos cinco Cormoranes Bicrestados perchados sobre postes de madera erguidos en el agua, en combinación con un trío de gaviotas, me regalaron uno de esos momentos únicos para la composición fotográfica. (Foto © Iván Gabaldón).

Al pasar cerca de los muelles, pelícanos, gaviotas, golondrinas marinas y cormoranes alzaron vuelo en gran número, otorgándome la rara oportunidad de utilizar un lente que amo, pero que rara vez es el elegido para la fotografía de aves: el Nikkor 50mm f/1.4.

¿Hay pilotos de aviones caza leyendo esto? ¡Puedo verles poniéndose verde de la envidia! (Foto © Iván Gabaldón).

Finalmente llegamos a la costa, pero nuestra experiencia del día aún no llegaba a su fin: estábamos a punto de descubrir un interesante punto local de nombre Maya, Wotoch Aayin, que significa “Casa del Cocodrilo”. Una familia local ha trabajado duro para desarrollar este exitoso proyecto de cría de cocodrilos, y para nuestro deleite también sirven deliciosos camarones. Pronto les contaré todo acerca de esto y más, en la tercera y última entrega de este Reporte de Viaje sobre el Increíble Campeche.

I.G.H.

Esta entrada ha sido publicada en Reportes de Viaje y etiquetada como , , , , . Guarda el enlace permanente.

4 respuestas a Reporte de Viaje: ¡Increíble Campeche! Parte II.

  1. Cherie Pi dijo:

    Stunning clarity and composition with delightful descriptions. Perfect, Ivan, just perfect…and beautiful.

  2. M. Andrade H. dijo:

    Hola Iván;

    El don que tienes para escribir y tu arte plasmado en la fotografia seguramente serán fuente inspiradora para a motivar a más
    gente a conocer y valorar la riqueza natural con la que contamos en la península de Yucatán. Gracias por compartir tu tiempo
    y talento, fue una exelente experiencia ser parte de esta aventura. Un abrazo, Ma.

  3. Francisco hernandez dijo:

    Primero un saludos a todos los participantes a esa gran aventura fotografica llamada ISLA ARENA PERTENECIENTE AL MUNICIPIO DE KALKINI CAMPECHE y segundo Ivan Gabaldon darte las gracias hermano por escribir historias tan bonitas y darles ese sabor aventurero q tienes y q tanto te gusta OJALÁ NO SEA LA ULTIMA VEZ!!!

Responder a Francisco hernandez Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *