Hay algo maravilloso acerca de dormir en una carpa: puedes escuchar todos los sonidos de la naturaleza.
Envueltos en nuestras bolsas de dormir, en casi total obscuridad, escuchamos a una orquesta de insectos. Interpretan una melodía relajante que pronto nos transporta hacia la tierra de los sueños.
Dormimos en paz hasta bien entrada la noche. Entonces, sin advertencia, nos sacuden los rugidos escalofriantes de algún animal grande. Haz clic en la flecha en el reproductor de sonido para oir lo que nosotros oímos:
El primer pensamiento que viene a la mente puede fácilmente ser… ¡¿Un jaguar?!
Estamos en el hogar de Panthera onca, el poderoso jaguar, único felino en el continente americano capaz de rugir. Apenas horas antes, en el camino de regreso después de un día de fotografía de aves en Calakmul, un jaguar cruzó la carretera delante nuestro. Lo observamos sobrecogidos, electrizados.
Los jaguares de la Península de Yucatán no acostumbran atacar a los seres humanos. Por su parte, el hombre ha matado jaguares durante siglos de cacería con la ayuda de lanzas, perros y armas de fuego. Los jaguares, reyes indiscutibles de esta selva, han aprendido a temerle a homo sapiens. Pero aquí, en territorio consagrado a ellos, su presencia representa el éxito de la Reserva de la Biósfera de Calakmul.
Los jaguares, cazadores solitarios y sigilosos, no acostumbran anunciar su presencia con insistentes rugidos. Son capaces de trepar a los árboles pero no viajan a través de sus copas. A estas alturas puedo escuchar cómo las hojas se sacuden, allá arriba en alguna parte.
Los rugidos que nos han despertado son el notable lenguaje de los Monos Aulladores (Alouatta palliata mexicana), bramidos potentes que pueden escucharse a tres millas de distancia. Después de observarlos durante muchos días, el explorador del siglo XIX John Lloyd Stephens los describió como «graves y solemnes, casi emocionalmente heridos, como oficiando de guardianes en tierra consagrada».
Armado de equipo para grabar audio, doy un paso afuera de la carpa hacia la noche sin luna. Apenas alcanzo a ver algunas estrellas intermitentes sobre las copas de los árboles. Doy pasos ciegos en dirección a los sonidos y comienzo a grabar mientras los monos continúan acercándose.
Muy pronto están a pocos metros de distancia, tumbando frutas y ramas sobre la cocina del campamento. Es una noche demasiado oscura para verlos, pero siento claramente su presencia. Transcurren minutos de actividad intensa hasta que deciden continuar su exploración nocturna, dejando atrás nuestro campamento en una estela de aullidos.
De regreso en la carpa aún puedo escuchar a los monos en la distancia. Me doy cuenta de que ésta es la razón por la cual Francisco Hernández planificó pernoctar aquí. Quería que tuviésemos una experiencia como ésta.
A la mañana siguiente Fernando Sastré prepara el desayuno para nuestro grupo en la cocina de Camping Yaax’ che. ¿Escucharon a los monos?, nos pregunta. La gente suele confundirlos con jaguares.
Fernando y su esposa Leticia son pioneros del eco-turismo en la zona de Calakmul. Se propusieron crear un campamento eco-turístico, pero esa idea no fue bien recibida inicialmente por algunos miembros de la comunidad local (esta no es la manera tradicional de usar la tierra, decían). Aún así persistieron y en 2002, tras recibir fondos de un programa de las Naciones Unidas, abrieron el campamento al público.
Aquél primer año recibieron casi 900 huéspedes y esto fortaleció su disposición para continuar con el proyecto. Las percepciones han cambiado desde entonces, me dicen, hoy en día son cada vez más las familias de la zona que se están relacionando con el eco-turismo.
Aquí se utilizan celdas solares para la energía electrica, se recicla toda la basura y se manejan los desechos humanos. La fauna local es libre de circular por el lugar, nos dice Leticia, además prácticamente no se han cortado árboles en la propiedad. Fernando nos explica que el manejo del agua es su mayor desafío, pues el manto freático es demasiado profundo para perforar pozos en esta zona y el campamento depende exclusivamente del agua que cosechan durante las lluvias.
Los viajeros pueden traer su propio equipo de acampar para instalarse, a cambio de una tarifa que incluye el uso de baños rústicos, y el campamento también ofrece alquiler de carpas y cocina regional. El lugar está pensado para la observación de la naturaleza y tiene reglas: toda la basura debe ser separada, el agua debe usarse juiciosamente, no se permiten equipos de sonido, gritos o consumo excesivo de alcohol.
Luis Alberto Jiménez ha llegado hoy temprano al campamento. Luis será nuestro guía de aves en Calakmul, pero antes de preguntarle sobre las aves le preguntamos sobre el jaguar. «He tenido catorce avistamientos de jaguar en los seis años que llevo trabajando aquí», dice orgullosamente.
En cuanto al birding, Luis dice que el sitio arqueológico de Calakmul es un jardín perfecto. «Está rodeado de selva, con senderos largos que conducen a las distintas estructuras y que son buenos para observación de aves», nos dice. «También podemos detenernos en un par de buenos lugares en el camino a Calakmul».
Llevamos apenas minutos en la carretera cuando Luis propone nuestra primera parada: ha visto un Carpintero Piquiclaro (Campephilus guatemalensis). El ave me otorga tiempo suficiente para salir del automóvil y hacerle algunas fotografías, luego se retira hacia lo profundo del bosque.
También avistamos un ave que Luis ha mencionado entre sus favoritas: el Saltarín Cabecirrojo (Pipra mentalis). El ángulo que tengo no es bueno pero sirve para mostrar que, como bien apuntan Howell y Webb en su famosa guía de campo, se trata de un ave «inconfundible».
Ha sido un inicio auspicioso para nuestra jornada de fotografía de aves. Sobre el resto de este día, incluyendo nuestro encuentro con los Pavos Ocelados (Meleagris ocellata), hemos escrito en la Primera Parte de este reportaje. Te invito a regresar pronto para la entrega final de este viaje de RIDE INTO BIRDLAND en busca de los tesoros de Campeche
I.G.H.
(…continuará)
¡ATENCION, DETENGAN LA IMPRENTA!
Mientras preparábamos esta historia para su publicación, Calakmul ha sido oficialmente inscrita en la LISTA DE PATRIMONIO MUNDIAL DE LA UNESCO en reconocimiento a su excepcional valor cultural y natural.
Según información oficial publicada por México:
En el marco de la 38ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial, que se celebra en Doha, Qatar, del 15 al 25 de junio de 2014, el sitio “Antigua Ciudad Maya y Bosques Tropicales Protegidos de Calakmul”, fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como bien mixto, reconociendo plenamente su Valor Universal Excepcional.
El Comité de Patrimonio Mundial decidió inscribir a Calakmul por consenso y con un amplio reconocimiento en la Lista de Patrimonio Mundial por representar un testimonio excepcional de la civilización Maya y su convivencia armónica con su entorno natural megadiverso.
En 2002, la UNESCO inscribió la zona arqueológica de Calakmul como patrimonio cultural de la humanidad. En 2013, México propuso al Comité de Patrimonio Mundial la ampliación de la superficie del bien cultural de 3,000 a 331,397 hectáreas, fortaleciendo sus criterios culturales e incluyendo los criterios naturales para integrar un “bien mixto” (cultural y natural), bajo el nombre “Antigua Ciudad Maya y Bosques Tropicales Protegidos de Calakmul, Campeche, México”.
Calakmul se encuentra inmerso en el corazón de una de las Áreas Naturales Protegidas más grandes del país, la Reserva de la Biosfera de Calakmul, la cual forma parte del bosque tropical más importante de Mesoamérica. Situada al sureste del Estado de Campeche, la Reserva de la Biosfera de Calakmul también se encuentra incorporada desde 1993 en la Red Mundial de Reservas de la Biosfera del Programa El Hombre y la Biosfera (MaB) de la UNESCO.
Excelentes noticias para la que continúen los esfuerzos en pro de la preservación de esta parte única del Planeta Tierra. ¡Felicitaciones!
I.G.H.
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RIDE INTO BIRDLAND agradece especialmente a la Gobernación de Campeche, al despacho del Gobernador Lic. Fernando Ortega Bernés y a la Secretaría de Turismo de Campeche, por su valioso apoyo con la logística de transporte aéreo y terrestre que hizo posible la realización de este reportaje. Agradecemos también a Don Francisco Hernández, Embajador ad-honorem de Campeche, por invitarnos a conocer las maravillas de su tierra.
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Para más información sobre Camping Yaax’ che y disponibilidad de otras actividades en la zona, visita el sitio redcalakmul.com
Los servicios de Luis Jiménez Hernández, excelente guía especializado en arqueología y observación de aves, pueden ser contratados contactándolo al teléfono celular 983 135-1497, al correo electrónico luis8lewis@hotmail.com o a través de su página en FaceBook.
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Fuentes bibliográficas:
A Guide to the Birds of Mexico and Northern Central America. (2010, Steve Howell y Sophie Webb).
Southern Mexico – Travellers’ Wildlife Guides. (Les Beletsky, 2007).
I.G.H.
Wonderful post Ivan ! Love your writing style, and that Pale-billed Woody is one of the best bird photos I have seen . . . gorgeous light on a beautiful bird . . . wow !
I appreciate your words James, thank you so much. 🙂
Fabuloso relato Ivan, te felicito. estoy maravillado, ya quiero conocer Calakmul!
Gracias Yarky! Calakmul es realmente fascinante, no te arrepentirás de conocerlo. 🙂