Palizada, río de reyes – Parte I

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El bote avanza a buen ritmo sobre las aguas color té del Río Palizada. Protegidos con impermeables bajo una pertinaz llovizna, mantenemos el equipo fotográfico cubierto y las miradas atentas a la vegetación sobre ambas riberas. El clima gris y húmedo conspira en nuestra contra, restando definición y saturación a todo lo que vemos y negándonos oportunidades fotográficas, pero aún así el bote viene cargado de sonrisas. A pocos minutos de iniciar el trayecto hemos avistado, posado sobre la línea eléctrica que conecta las pocas viviendas rurales en la ribera, a un primer Martín Pescador de Collar (Megaceryle torquatus). Minutos después ya hemos visto una decena y decidimos comenzar a contarlos, ejercicio colectivo que pronto se transforma en celebración.

Como notas sobre un pentagrama, numerosos ejemplares de Martín Pescador de Collar (Megaceryle torquatus) nos acompañan a lo largo de nuestro trayecto sobre el Río Palizada. (Foto © Iván Gabaldón).

¡Cuarenta!”, anunciamos por encima del ruido del motor. “¡Cuarenta y uno… cuarenta y dos, cuarenta y tres!”. Uno aquí, tres más allá sobre un mismo segmento de cable, otros dos compartiendo la rama de un árbol. Nunca antes hemos visto una población tan numerosa de estos verdaderos reyes de la pesca, dibujados como notas sobre una partitura musical tan larga como el río. Seguimos atentos a la aparición del próximo ejemplar y cada nuevo hallazgo produce risas in crescendo. Al llegar a la Unidad de Manejo Ambiental Nicté-Ha, nuestro destino en este trayecto del viaje, cerramos el conteo en una insólita cifra: ¡75 Martines Pescadores!.

Una avenida acuática nos lleva hasta el embarcadero de la Unidad de Manejo Ambiental “Nicte Ha”. (Foto © Iván Gabaldón).

Una avenida acuática nos lleva hasta el embarcadero de la Unidad de Manejo Ambiental “Nicte Ha”. (Foto © Iván Gabaldón).

Nuestra llegada a Nicte-Há no ha sido previamente anunciada pero es rápidamente detectada. En cuestión de segundos se acercan varios hombres al muelle, encabezados por Ramón Sanz, director de esta reserva privada. Su curiosidad se transforma en cálida bienvenida al reconocer entre nosotros al célebre restauranteur campechano Francisco Hernández, apasionado fotógrafo de aves y promotor de este viaje. Francisco ha estimulado el interés y gestionado el apoyo de la Secretaría de Turismo de Campeche (SECTUR CAMPECHE) para esta salida exploratoria en pos de un objetivo común: producir un primer informe multidisciplinario sobre el potencial de la zona de Palizada para el desarrollo del aviturismo.

Parte de nuestro comité de bienvenida. (Foto © Iván Gabaldón).

Parte de nuestro comité de bienvenida en Nicte-Há. (Foto © Iván Gabaldón).

Además de Francisco y de su esposa Carmen Cabañas, quien también es una entusiasta fotógrafa de aves, el equipo para esta misión incluye a Joann Andrews, María Andrade y Marigel Campos de Pronatura Península de Yucatán, así como a los reconocidos ornitólogos Paul Wood y Jesús Vargas Soriano y al guía turístico Wilbert Salas de SECTUR Campeche. RIDE INTO BIRDLAND ha sido invitado también a participar, para ayudar a evaluar el potencial de estos lugares para la fotografía de naturaleza y ayudar a compartir esta historia.

Bajo las miradas atentas de Paul Wood y Marigel Campos, Joann Andrews inspecciona un álbum con fotografías que evidencian la presencia de jaguar en la zona. (Foto © Roselys Oropeza).

Bajo las miradas atentas de Paul Wood y Marigel Campos, Joann Andrews inspecciona un álbum con fotografías que evidencian la presencia de jaguar en la zona. (Foto © Roselys Oropeza).

Ya bajo el techo de la acogedora cocina de Nicte-Há, con generosas tazas de café caliente en nuestras manos, escuchamos a Ramón hablar sobre los muchos avistamientos de jaguar en la UMA. Nos muestra fotografías tomadas con cámaras-trampa que evidencian la presencia de los imponentes felinos en la zona, amén de otros mamíferos como tapires y venados. “Los venados se pueden ver desde aquí”, nos dice. En efecto, pocos pasos fuera de la cocina bastan para mirar hacia el límite entre el jardín de la propiedad y la vegetación circundante, donde avistamos varios venados cola-blanca que, por momentos, también parecen observarnos.

Ramón Sanz comparte con Joann Andrews y Paul Wood la cartografía térmica de la zona. Los colores indican tipos diferentes de vegetación. (Fotos © Iván Gabaldón).

Ramón Sanz comparte con Joann Andrews y Paul Wood la cartografía térmica de la zona. Los colores indican tipos diferentes de vegetación. (Fotos © Iván Gabaldón).

La conversación continúa mientras recorremos las instalaciones, al centro de las cuales encontramos dos cabañas cómodamente equipadas para pernoctar. Visitamos también el cuarto de máquinas que alberga un poderoso sistema de energía solar, el cual cuenta con un generador diesel de respaldo y al que se están incorporando ahora torres eólicas. La UMA dispone de caballos con los aperos necesarios para montar, botes a motor de fondo plano y con asientos giratorios, cuatrimotos para trasladarse a través de terrenos rústicos y pantanosos, y varios blinds o escondites para observar y fotografiar vida salvaje. Debo decirlo: se trata de instalaciones concebidas originalmente para la actividad cinegética, pero mis ojos de fotógrafo se concentran en su enorme potencial para la fotografía de naturaleza, actividad que también se realiza en la UMA y que, según me confirma Ramón, están interesados en estimular y promover cada vez más.

Observando aves desde los botes, de izq. A der.: Joann Andrews, María Andrade, Francisco Hernández, Ramón Sanz, Paul Wood. (Foto © Iván Gabaldón).

Observando aves desde los botes, de izq. a der.: Joann Andrews, María Andrade, Francisco Hernández, Ramón Sanz, Paul Wood. (Foto © Iván Gabaldón).

Nuestro principal interés son las aves y esto motiva a Ramón a hacernos una propuesta irrenunciable: llevarnos a un punto, cuya localización acordamos mantener en secreto, donde con seguridad podremos observar ejemplares de una especie poco vista en la península. Llenos de expectativa hacemos el recorrido a bordo de los botes de la UMA hasta que finalmente, entre el manglar, tenemos el privilegio del emocionante avistamiento. Se trata de la zona de anidamiento de una especie clasificada por IUCN como vulnerable, razón por la cual  los botes se acercan por turnos y solo hasta una distancia prudente. Pido disculpas a nuestros lectores por no poder develar aquí más detalles, restricción que obedece a importantes razones: solo los científicos responsables del hallazgo y monitoreo de esta sensible zona de anidamiento cuentan con la calificación para hacer pública esta información. Lo que sí nos alegra poder comentar aquí es que la presencia de estas aves en el Río Palizada confirma la buena salud y riqueza de este ecosistema. Ergo, su gran potencial para el aviturismo.

Iguana verde (Iguana iguana rhinolopha), luciendo el color rojizo que adquiere en época de apareamiento. Vimos muchas grandes iguanas como ésta en los árboles a lo largo del río. (Foto © Iván Gabaldón).

Iguana verde (Iguana iguana rhinolopha), luciendo el color rojizo que adquiere en época de apareamiento. Vimos muchas grandes iguanas como ésta en los árboles a lo largo del río. (Foto © Iván Gabaldón).

Transportarse en bote es parte del devenir diario para quienes habitan en las riberas del Río Palizada. (Foto © Iván Gabaldón).

Transportarse en bote es parte del devenir diario para quienes habitan en las riberas del Río Palizada. (Foto © Iván Gabaldón).

Garza Grande (Ardea alba), fotografiada desde el bote. (Foto © Iván Gabaldón).

Garza Grande (Ardea alba), fotografiada desde el bote. (Foto © Iván Gabaldón).

Al final del día navegamos río abajo de regreso a nuestro sitio de pernocta, la Hacienda San Román. Lluvia y nubosidad han sido dos factores constantes durante el primer día de nuestra exploración a esta zona de Campeche, pero igual de constante ha sido la presencia de abundantes poblaciones de aves, comenzando con los avistamientos realizados a pie de carretera en el trayecto desde Campeche hacia Palizada durante el primer día de viaje. De momento, la pregunta que revolotea en mi mente es: Si todo esto nos regala Palizada en días grises,  ¿cómo será de generosa cuando realmente salga el sol?.

El Río Palizada es un brazo del río Usumacinta, tiene una extensión de 120 km y desemboca en la Laguna de Términos. (Foto © Iván Gabaldón).

El Río Palizada es un brazo del río Usumacinta, tiene una extensión de 120 km y desemboca en la Laguna de Términos. (Foto © Iván Gabaldón).

I.G.H.

(…continuará).

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Agradecemos especialmente el apoyo de SECTUR Campeche que hizo posible este viaje. Para mayor información sobre éste y otros maravillosos destinos en Campeche, visita  www.campeche.travel

 

 

 

 

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4 respuestas a Palizada, río de reyes – Parte I

  1. Chispas, Iván, me dejaste picada y ¿qué pasó? ¿En dónde está la parte 2? Yo no la encontré. Será la tercera edad. Alúzame, por favor.
    Saludos afectuosos, Verena

  2. jaime osorio dijo:

    Pues grades fotos me encantaron el reportaje y la descripción del recorrido es espectacular

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